lunes, 29 de abril de 2013

Incidencia del Satismo en las organizaciones Por: Reyna Hiraldo PhD En días pasados escuché a un comunicador muy prestigioso utilizar en un argumento la palabra “Satismo”, y confieso que me llamó mucho la atención en relación al contexto en que lo usó y al enfoque que le dio. En primer lugar voy a plantear mi concepción de “Satismo“: desde mi óptica lo entiendo como: un exceso de complacencia en actos, actividades y a personas. Un fanatismo enfermo o exceso de simpatía expresada a líderes o superiores. En este artículo me quiero referir a la forma cómo incide el “satismo” en el desarrollo de las organizaciones. En consecuencia plantearé algunas áreas y procesos que son afectadas de manera directa en las organizaciones con el exceso del mismo: • Evaluación y autoevaluación, ya que nunca se sabe si se están proveyendo informaciones sinceras o si por un alto grado de complacencia se está diciendo lo que los demás quieren oír y de esa forma estar bien con todos. Este planteamiento crea el dilema a los líderes en función de no saber quien dice la verdad o quien la distorsiona. • La armonía Institucional: en este caso, el colectivo siempre va a querer seguir la cultura del que es más sato, ya que internamente se cree que éste está más congraciado con los gerentes y es un modelo que hay que replicar. Situación que muchas veces tiende a atosigar al líder y puede llegar a generar celos y disputas profesionales. • La competencia sana: el exceso de satismo tiende a crear una competencia desleal, al grado de generar un delirio de persecución al máximo, ya que se cree que quien no dice o actúa como el “sato” está en contra de los planes de mejoras en las organizaciones. • La Crítica Constructiva: las personas tienden a sumarse al planteamiento del sato de que todo está bien y de que esa es la mejor forma por medio a emitir una opinión que les haga caer en desgracia con las autoridades superiores. Las personas tienden a limitar sus opiniones a la generalidad por miedo a hacer críticas que no estén en correspondencia con los comportamientos observados. • La comunicación Interna: el “satismo” tiende a desinformar al colectivo y evita muchas veces la participación activa y equitativa en actividades y procesos, ya que el Sato es quien cuenta con el mayor grado de simpatía y que es él quien maneja la mayor cantidad de información y quien ejerce mayor influencia en los jefes. En definitiva fanatismo del Sato tiende a ir en detrimento de procesos y personas, ya que el sato es el primero que indica “yo estoy de acuerdo con esa idea”, sin siquiera haberla comprendido, es aquel que dice “a sus pies mi am@, sus deseos son ordenes”, Yo puedo, yo hago, yo tengo, yo quiero, pero a la hora de necesitarlo, nunca puede, nunca tiene, nunca hace o nunca quiere. ¿Cómo romper con este comportamiento en las organizaciones?, la verdad es que no tengo la menor idea, sin embargo me atrevería a sugerir lo siguiente: • Evitar ser objeto de lambonismos y tumbapolvismo excesivos; • Reconocer en su justa dimensión las acciones encaminadas al crecimiento de la institución otorgando los créditos a quienes realmente lo merecen; • Manifestar una cultura de equidad y justicia distribuida entre todo el colectivo; • Respaldar los valores reales de la lealtad y la fidelidad sincera y • Neutralizar los comportamientos de satismo o exceso de complacencia en el trabajo. Naturalmente esto solo son algunas ideas que pueden servir si el líder no es propenso a proliferación del SATISMO. ¡!!!

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